miércoles, 25 de agosto de 2010

Manuel García - Piedra Negra






Nadie toma por asalto aquello que llamamos la realidad
y ni siquiera un artista revólver de estrellas sabe algo de ella
la realidad ya no es un privilegio
es lo que nos sucede al andar,
sólo al andar,
sólo al andar

Pues los artistas atacan su piedra con símbolos que no entendemos
se sientan a mirar su piedra y nos hablan de sueños,
de sueños y sueños

Estamos todos
frente a una piedra
tratando de romperla
con la mirada
y no pasa nada
¡no pasa nada!

Estamos solos
frente a una piedra
tratando de moverla
no.......... ¡no!

y los filósofos dicen que la piedra ya se rompió y no lo vemos
se sientan a mirar su piedra y nos hablan de lejos,
de lejos, de lejos

y los políticos dicen que todas las piedras son del color de ellos
se sientan a mirar su piedra y nos hablan del pueblo,
del pueblo y del pueblo

Estamos solos
frente a una piedra
tratando de moverla
con la mirada
no pasa nada
no pasa nada

Estamos todos
frente a una piedra
tratando de romperla
no.......... ¡no!
no.......... ¡no!

y los hombres de la religión dicen que todas las piedras serán de dios
se sientan a mirar su piedra y nos dicen lo que debemos, lo que no

Estamos todos
frente a una piedra
tratando moverla
con la mirada
y no pasa nada
no pasa nada

Estamos solos
frente a una piedra
frente a una piedra negra
no.......... ¡no!
no.......... ¡no!
no.......... ¡no!

Poner los pies en la tierra...

Es dificil mantener los pies sobre la tierra, no olvidar de donde venimos. Hay tantas distracciones en el camino que cuando llegamos a adultos olvidamos qué soñabamos llegar a ser cuando éramos niños, todo se vuelve una vorágine de logros, metas, gustos, plata, apariencias... uff, mil cosas.

Y en esta parte me acuerdo de la película Inception, que plantea la importancia de tener un tótem, un objeto que nos recuerde que estamos en la vida real y no soñando... creo que es justo necesario tener uno. No necesariamente debe ser un objeto, puede ser un lugar, una persona, una canción.

Yo carezco, en general en mi vida, de objetos simbólicos, mi total contrariedad a los ritualismos me lo ha impedido y rápidamente desecho elementos que otros han tratado de imponerme como símbolos de cosas intangibles.

A diferencia de los objetos hay dos cosas que en mi hacen el efecto del tótem, los lugares y la música. Los lugares representan momentos de mi vida, momentos importantes que reflejan el centro de lo que soy. Las canciones, por otro lado, las tengo muy profundamente asociadas a elementos de mi naturaleza primitiva, a mis impulsos y deseos, y son capaces, por si solas de inquietar mis convicciones e ideales, de desordenarlo todo allá adentro aunque lleve años dormido.

Y bueno, eso ocurrió ayer, tuve la posibilidad de estar en una presentación muy íntima de Manuel García y sus canciones, su música siempre he asociado con el clima, me da la sensación de que sus canciones pueden comenzar como una leve llovizna y terminar en un gran temporal de sonidos que envuelve y perturba, pero por sobre todo sus letras, en esta oportunidad me recordaron mis impulsos perdidos y lo envuelta que estoy por estas distracciones de las que hablaba al principio.

No es nada cómodo darse cuenta, una vez más, de lo débil que son nuestras convicciones, y de lo ligero de consciencia que nos volvemos a veces, pero es necesario hacerlo, escuchar un par de canciones de Manuel García y un par de Victor en un bus camino a Valparaíso.

Es emprender un viaje hacia el centro de uno mismo.

jueves, 19 de agosto de 2010

Desvelo Compartido

Llevamos casi un año viviendo juntos, la verdad es que todo ha ido mejor de lo que pensé, lo cotidiano lo hemos resuelto con mucha facilidad, nos soportamos sin problemas, sabemos lidiar con el mal humor y las "mañas" del otro y somos muy comunicativos, no digo que no tengamos discusiones, pero más temprano que tarde resolvemos nuestras diferencias.

Lo más simpático de todo es ir descubriendo cada día cosas nuevas del otro, nunca de acaban, a veces son agradables, otras no tanto, algunas son simpáticas la primera vez, solo la primera... y así... día a día vamos descubriéndonos. Mi último descubrimiento fue que si se desvela uno no duerme ninguno de los dos.

No somos insomnes, de hecho somos muy buenos para dormir pero la otra noche él no podía dormir, yo no me enteraba aún.... hasta que, aburrido de mirar al techo se levantó, fue por sus apuntes, desperté levemente... me hacía cariño en la cabeza para que no despertara del todo (tipo 2:30 am) papel que hojeaba, yo que despertaba, al fin ya acostumbrada al sonido me volví a dormir... Se aburrió de estudiar, se levantó y fue por el computador (4:00 am)... desperté levemente. A las 5:00 am se le ocurre escribir un email y el tecleteo me despertó irremediabalemente, llena de mañas me di vuelta, le cerre el computador, apagué la luz y lo obligué a acurrucarse conmigo, pero no... él estaba inquieto. Finalmente terminé de despertar del todo y le pregunté que le pasaba... conversamos de su inquitud. A las 6:30 am, ya amaneciendo, dimos el tema por cerrado y al fin pudimos dormir. A las 7:30 sonó la alarma y la noche se había acabado para mi. Al trabajo.

Ese martes supe lo que era trabajar después de una noche de desvelo compartido.